domingo, 19 de diciembre de 2010

El aceite de oliva.

El llamado oro líquido, es la base principal de todos mis jabones.
Es un excelente remedio natural para el tratamiento de la piel y del cabello; además de sus propiedades antioxidantes, presenta un notable efecto hidratante sobre la epidermis y cutículas, por lo que su uso como ingrediente en cremas y jabones es muy beneficioso.

Los triglicéridos, ácidos grasos, e hidrocarburos como el escualeno presentes en el aceite de oliva participan en el mantenimiento de la cohesión celular del estrato córneo (capa externa de la epidermis), producen una acción humectante que favorece la conservación del nivel hídrico de la piel, y favorecen su flexibilidad al paliar la deficiencia de lípidos. Por otra parte, las sustancias antioxidantes (polifenoles, vitamina E y ácido oleico) actúan atrapando radicales libres, lo que contribuye a retrasar el envejecimiento cutáneo.

En la antigüedad, el árbol del olivo, conocido científicamente como "olea europaea", proveniente de la región mediterránea, era considerado un árbol sagrado.
Los antiguos egipcios fueron los primeros en descubrir las cualidades del aceite de oliva al punto de convertirlo en un producto básico, pero exclusivo de las clases privilegiadas. Era empleado para iluminar los templos en honor de sus dioses, así como en los frecuentes baños con aceite perfumado, práctica realizada entre los años 980 y 715 a.C. Tras descubrir que sus hojas poseían una acción cicatrizante y una acción tónica cutánea, fue ampliamente utilizado en cosmetología, junto con otras esencias y hierbas aromáticas. De allí que se crearon formulaciones especiales para perfumes; para embellecer y limpiar los poros; en ungüentos con azafrán y hierbas para hidratar la piel y evitar la aparición de arrugas; para darle brillo a los cabellos y para la realización de masajes terapéuticos. Griegos y romanos hacían uso del mismo, para elaborar ungüentos, con los que los atletas y luchadores ungían su cuerpo, antes de la práctica deportiva. Al realizar masajes con esta loción, los músculos se tonificaban y los preparaban para la competición de los remotos juegos olímpicos. La primera crema hidratante de la historia fue inventada por un médico turco, Claudio Galeno (129-199 d.C.), quien descubrió que al mezclar aceite de oliva con agua y cera de abejas, obtenía una refrescante poción que otorgaba elasticidad a la piel.
Han pasado miles de año años y hoy el aceite de oliva es un ingrediente indispensable para cocinar todo tipo de alimentos, por ser una fuente natural de beneficios para la piel y el cabello, es utilizado en la formulación de jabones, cremas hidratantes, antiarrugas, champús, suavizantes para el pelo e incluso maquillajes.
Sus propiedades cosméticas superan con creces las bondades que otro ingrediente natural pueda aportar. La aceituna, da origen al perhidroescualeno vegetal, una especie de lípido cutáneo que, además de proteger la piel frente a factores ambientales externos, la hidrata y mantiene la estructura íntegra de la dermis, permitiendo una mejor regeneración y, por lo tanto, una mayor firmeza. También tiene propiedades suavizantes, relajantes y tonificantes.
El aceite que yo uso en la elaboración de mis jabones es aceite de oliva virgen y aceite de oliva virgen extra que es el de mayor calidad. En ningún momento utilizo jabones reciclados ya que éstos no son apropiados para su uso cosmético.
Dentro de los aceites de oliva se pueden distinguir:
·         Aceite de Oliva Virgen: Es aquel aceite obtenido exclusivamente por procedimientos mecánicos o por otros medios físicos en condiciones, especialmente térmicas, que no produzcan la alteración del aceite, que no haya tenido más tratamiento que el lavado, la decantación, la centrifugación y el filtrado. Es un producto natural que conserva el sabor, los aromas y las vitaminas de la fruta. Tiene la personalidad de la zona de donde procede. A su vez se clasifican en: 
-        Extra: de gusto absolutamente irreprochable y con acidez (expresada en ácido oleico), no superior a un grado.
-        Virgen: de gusto irreprochable y con acidez no superior a 2º. (También recibe el nombre de fino en las fases de producción y comercio mayorista)
Además podemos encontrar otras clases de aceite de oliva como son:
·         Aceite de Oliva Virgen:
-        Corriente: de buen gusto y con acidez no superior a 3,3º.
-        Lampante: de gusto defectuoso o cuya acidez sea superior a 3,3º.
·         Aceite de Oliva Refinado: Es el obtenido por refinación de aceites de oliva vírgenes y con acidez no superior a 0,5º, mediante técnicas de refinado que no producen alteración en la estructura glicerídica inicial. (Habitualmente se utiliza aceite de Oliva virgen lampante reduciendo la acidez por medio de refino, así como neutralizando el sabor)
·         Aceite de Oliva: Mezcla de aceites de oliva vírgenes distintos al lampante y de oliva refinado, con acidez no superior a 1,5º. (Este es el producto más consumido en España).
·         Aceite de Orujo Crudo: es el obtenido por medio de disolventes a partir de orujo, un subproducto de la aceituna, con exclusión de los aceites obtenidos por procedimientos de reesterificación y toda mezcla de aceites de otras naturalezas.
·         Aceite de Orujo refinado: es el obtenido por refinación de este aceite de orujo crudo y con acidez no superior a 0,5º.
·         Aceite de Orujo de oliva: Mezcla de aceite de orujo refinado y de aceite de oliva vírgenes distintos al lampante, con acidez no superior a 1,5º.
Estos aceites, aún proviniendo del mismo fruto, son de calidades inferiores al Aceite de Oliva virgen y virgen extra.

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