A este champú no le he puesto perfume ni aceites esenciales ya que el Aceite de Monoï posee un dulce aroma gracias a que es aceite de coco en el que se han macerado flores de Tiaré.
El Aceite de Monoï, cuya procedencia es la Polinesia Francesa en las Islas Filipinas, está indicado para su uso en el cabello ya que aporta suavidad y belleza a éste. Además mejora su brillo y apariencia.
El Aceite de Ricino regenera el pelo teñido, reparando los efectos nocivos producidos por los agentes químicos del tinte.
El Ácido Láctico promueve la hidratación del cabello y elimina las células muertas potenciando el brillo de éste.
Y por último las Proteínas de Arroz que son recomendadas en casos de pelo fino y/o teñido gracias a que lo hidratan y le aportan fuerza y volumen además de combatir las temidas puntas abiertas.
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